Las resistencias bacterianas constituyen el problema de salud pública mayor
que se ha conducido hasta ahora. Desde 1998, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha emitido la redacción de varios informes sobre la “amenaza bacteriana”, en colaboración con la Unión Europea y los Estados Unidos.
Al nivel mundial, los consumos abusivos de antibióticos por los hombres y los animales siguen las tendencias observadas dentro de la UE.
Así, el de los animales de producción alcanzaría hoy 60 000 toneladas. Además, la multiplicación de las ganaderías intensivas, como consecuencia del aumento del consumo de carne en los países emergentes, hace presagiar un uso superior a 100 000 toneladas para 2030, si ninguna acción se establece.
Un fenómeno que no tiene límite geográfico
La alarma lanzada por la comunidad europea ha permitido sensibilizar a la opinión internacional.
El fenómeno global de la resistencia a los antibióticos está entonces claramente alimentado por la utilización de los antibióticos en terapia humana y veterinaria.
El plan de acción nacional « Ecoantibio » se ha fijado como objetivo una reducción de 50% de su consumo para 2020. Moviliza todos los actores de los sectores ganaderos para un uso responsable de antibióticos.
Los beneficios de las plantas a los servicios de las producciones animales